PUEDES ELIGIR.

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miércoles, 3 de agosto de 2016

SALUD Y VEGANISMO. Mi caso personal.


  Quiero comenzar por reconocer que en mi situación personal he necesitado hacer un retroceso respecto a mi decisión de hacerme completamente vegana. Problemas inestabilidad en mi equilibrio químico me lo han impedido. Soy una persona de 53 años. Empecé con esto cuando tenía 48 y estaba en pleno inicio de la menupausia. Desde luego fue una decisión arriesgada y pude permitirme esa decisión por varios motivos.
1. Estaba bien de salud y no tenía problemas digestivos.
2. No tenía que responder por nadie más que mi misma, ya no tenía personas ancianas ni pequeñas a mi cargo.
3. Podía escoger, pues vivía en Europa en un contexto desarrollado y tenía trabajo y dinero.

Por tanto, en esta entrada quiero empezar por decir que no todas las situaciones son iguales y que, en mi opinión, es comprensible que cada persona pueda llegar más allá o menos en función de sus circunstancias.

En mi caso, estoy comiendo pescados, procurando mantener la pesca sostenible. No llegué a sentir una viva emoción al pensar en el animal vivo y después muerto. Me ha sido más fácil aceptar esto porque los peces viven en su hábitat y son capturados para alimento. Cualquier otra circunstancia, como tenerlos en peceras, no me parece aceptable. También estoy consumiendo huevos de gallinas criadas en libertad. Mi salud se está equilibrando y tengo menos miedo de ponerme enferma. Ha sido toda una vida comiendo fundamentalmente carne y mi organismo estaba muy acostumbrado, y en la menopausia la situación es especialmente delicada.
No descarto volver progresivamente a una dieta sin alimentos de origen animal. No obstante, desde mi ética personal, lo fundamental es el trato que se da al animal en vida, y el motivo por el que se le mata, incluso más aún que el procedimiento por el que muere. Pero una muerte rápida (algo que todavía no estamos concediendo a muchos humanos que agonizan días, meses e incluso años paralizados en hospitales y residencias) es la clave, desde mi punto de vista.
 Esta adaptación de mi dieta no me impide seguir promocionando la alimentación vegetariana y el desarrollo de actitudes de respeto y compasión hacia los animales. No soy una persona extrema en mi ideología. Acepto la muerte de animales y cierto grado de convivencia con animales en beneficio humano, del que los animales puedan también obtener un beneficio más que una agonía constante.

 Espero que el blog sea de vuestra ayuda y que podáis encontrar la forma de satisfacer esta inquietud por hacer algo para los animales, junto con las plantas,  nuestros compañeros y compañeras en la Tierra.